15 jul 2009

Encuentro de ensueño, capítulo 4

Disclaimer: Algunos personajes pertenecen a Stephenie Meyer, otros son de mi imaginación y otros son inspirados en mis amigos XD
Summary: Mary termina su libro de “Amanecer” y se siente muy deprimida, pero una serie de eventos la harán pensar que la fantasía puede llegar a ser real.
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Capítulo 4. Edward Anthony Masen
La siguiente vez que nos encontramos fue algo anticipado, acordamos vernos en aquel banco curiosamente alejado del mundo: “nuestro banco”.
-Me gustaría saber más de ti –dijo en un tono educado -¿qué te gusta hacer?
-Me gusta…-me mordí el labio nerviosa, describirme a mí misma me resultaba fatal –leer, comer –sonreí tímidamente –supongo que ¿divertirme? No lo sé, ¿y a ti?
Alzó un dedo.
-No, aún no sé suficiente de ti
-No soy muy interesante
-Apuesto a que sí. ¿Te gusta Salir con tus amigos, ir al cine, escuchar música?
-No, sí y sí –contesté en el orden que me preguntó.
-De acuerdo, ¿por qué? ¿Qué tipo? y ¿qué tipo? –sonrió torcidamente agitando las mariposas en mi estómago.
-Porque –suspiré –de un tiempo para acá, no tengo nada en común con mis amigos, me siento distante, como si…no encajara –me volví a morder el labio nerviosamente –¿qué tipo? Hmmm, musicales, comedias, un poco de drama y acción y terror en su justa medida –sonreí –y pop y rock…Y ahora me toca hacer a mí las preguntas –alcé una ceja desafiante.
-Bien, pero te concederé tres preguntas, úsalas bien –y volvió a sonreír torcidamente.
No podía desperdiciar mis preguntas, debía pensarlas bien.
-¿Tú y tu familia llevan mucho de vivir aquí? –eran dos preguntas en una, pero de una forma disimulada, quería saber de su familia ya que nunca la había mencionado y en sí la pregunta explicita.
-No. Llegamos hace un mes
-Mi pregunta fue más larga que tu respuesta –acusé.
-No hay mucho más que decir, si hablo demasiado te perderás entre líneas.
-Bien. Pero no valdrá para la siguiente pregunta.
Ahora debía hacer otra pregunta, había una que me estaba quemando los labios, ¿sería buena idea decirla ahora, en caso de que necesitara más respuestas luego? ¿o debía tantear un poco más el terreno?
-Esta pregunta –comencé a tocarme las puntas del cabello, moría de los nervios y quería evitar su mirada –es un poco loca, yo…no sé como la tomarás.
-Adelante, Mary.
-No quiero que me creas loca –asintió –ni que vayas a irte. Prométeme que lo peor que harás será partirte de risas, por favor.
-¿Tan malo es? –dijo jugando con sus labios hasta formar una sonrisa?
-¿Tú…-tomé aire, demasiado tal vez –quiero saber si tú… -sus ojos me miraban curiosos, volví a verme el cabello – eres… - mi celular sonó, con el tono que había elegido para mi mamá
-¿Aló?
-Mary, ¿dónde estás? Tu hermana me dijo que saliste hace media hora.
-Estoy en camino a la casa, mamá. Fui…a la panadería.
-¿A qué?
-Quería…un…jugo, ¿ya vienen a la casa?
-Sí, y te quiero en la casa ¡AHORA!
-Ya voy mamá.
-¡Ahora! –repitió gritando.
Pulsé la tecla roja un millón de veces
-Dejaré que completes tu pregunta luego, tu mamá se oía molesta.
Enrojecí de la pena de que la voz de mi mamá hubiese alcanzado sus oídos.
-Está bien, las madres son así –me dio un beso en la mejilla, sus labios parecían de hielo.
Me acompañó hasta la puerta de mi edificio donde me dio otro beso
-Nos vemos –dijo alejándose
-Mañana –dije agitando mi mano ligeramente.
-En nuestro banco –sonrió y se marchó.
Suspiré. Él también lo consideraba “nuestro”.
Rato después llegaron mis padres, un sermón sobre la responsabilidad y que no me podía ir tanto tiempo, bla, bla…Luego, como siempre, se contentaron de la nada, y nos llevaron a mí y a mi hermana al cine.
Vimos una película animada, era divertida así que no me quejé. Pero tener que estar con mis papás me ponía de muy mal humor. Cuando salimos de la sala del cine, el día estaba alumbrado por uno de esos soles anaranjados, que yo odiaba, hacían al día parecer aburrido, lo odiaba. Pero el cielo estaba allí, teñido de anaranjado sin clemencia.
Cuando llegamos otra vez a la casa, me encerré en mi cuarto, alejada de mis padres. Encendí la computadora y mi madre abrió sin permiso la puerta de mi cuarto.
-No puedes usar la computadora hoy.
-¿Por qué?
-Lo siento, Mary, pero has bajado tus notas, ¿no tienes tareas que hacer?
La miré rabiosa.
-No me mires así. Apaga eso.
Rezongué, no sirvió de nada.
Apagué la computadora y abrí un cuaderno cualquiera, no haría nada. Sólo me puse a dibujar, pero tenía marcada una página en la que había problemas de matemática, de esa forma si mi papá o mi mamá entraban al cuarto, podía fingir.
-Toc, toc –dijo mi hermana imitando el sonido de la puerta.
-Pasa –dije sin ánimos, cerrando el cuaderno.
-Te he dicho que no les prestes atención.
-Susy, ojalá pudiera. Pero ya la viste, entró sin avisar y ash… me saca de mis casillas.
-Ya sé. Yo pasé por todo eso, tonta. Y créeme que si tuviera dinero me fuese de la casa –se rió y rodó los ojos.
-Odio estudiar.
Se sentó junto a mí en la cama.
-No es tan malo.
-A ti te gusta estudiar –le recordé.
-Sólo hazlo asociándolo con algo que te guste, como leer o escuchar música.
-No tengo exámenes esta semana.
-¿Y no tenías que leer un libro de Shakespeare?
-Cierto –dije mientras sentí que una chispa llenaba mis ojos.
-Lo ves –subió las cejas –es algo que te gusta y algo que tienes que hacer –sonrió.
-Gracias Susy, eres la mejor.
-No lo soy Mary, pero estoy para ayudarte.
Se fue a su cuarto y yo busqué mi libro. Comencé a leer, no era demasiado entretenido, como mis libros de vampiros, pero estaba segura de que tendría algo de interés.


Al día siguiente, mis padres salieron a comprar comida y yo le dije a mi hermana que volvería en una hora.
Tomé mi celular mientras esperaba el elevador y telefoneé a Edward.
-¿Sí? –dijo cortésmente.
-Hola, yo… ¿puedes salir ahora?
-Claro, estaré en el banco en un segundo.
-Bien –colgué.
Salí del edificio, caminé hasta el banco, donde ya Edward me esperaba con una sonrisa torcida en el rostro. Las mariposas volvieron a flotar y las piernas me temblaron desde donde me encontraba hasta mi destino, me senté lo más rápido que pude para que él no notara mis temblorosas piernas.
-Hola –dijo en un tono irónico -¿cómo estás? –se acercó y me dio un beso en la mejilla.
-Bien –mascullé
-¿No preguntas como estoy yo?
-Estoy segura de que me lo contarías como pregunta. Asumiré que estás bien.
-De hecho, sí. Y de hecho, sólo te queda una pregunta.
Me mordí la lengua, sino acabaría diciendo “¿Qué?” “¿Por qué?”. Tomé aire.
-No recuerdo haber gastado ya una.
-Preguntaste si yo podía salir de mi casa –enfatizó la primera palabra.
-Hmmm, eso es injusto. Tú preguntaste sin límites.
-Tú no los pusiste.
-Bien, dejé una pregunta abierta.
-Y estoy ansioso por oírla.
-Bien, lo que quería saber era –me temblaban los labios, y mi estómago era un nudo
-¿Sí?
Exhalé aire.
-Bien, lo diré, recuerda que lo peor será partirte de risa.
-Bien.
-¿Eres Edward Anthony Masen, ahora Cullen, nacido en 1901 que fue convertido en vampiro y por eso siempre tendrás 17?
Me miró confundido.
-¿Quién te dijo eso?
-Responde, por favor.
-Sí. ¿Quién te lo dijo?
-Lo…leí.
-¿Dónde leíste mi historia, Mary? ¿Dónde?
-¿No sabías que estaba escrita?
-¡NO!
-Yo…no estaba segura de que fueras tú, eres algo…distinto.
-¿Qué mas sabes?
-Sobre Carlisle, Esme, Alice, Emmet y Jasper.
Me examinó con la vista.
-¿Algo más?
-Sobre Bella –mascullé.
-¿Bella? ¿Quién es Bella?
-Tu esposa, ¿no?
Se rió sarcásticamente.
-No estoy casado, no conozco ninguna Bella.
-¿No?
-No y será mejor que te olvides de mí, Mary. Yo no…Yo, dejé llegar esto muy lejos. No debí hablarte nunca.
-Eso le dijiste a Bella.
-No sé quien sea Bella, ni mucho menos cómo sabes toda mi historia, pero esto tiene que quedar hasta aquí.
-Prometiste que no te irías, prometiste que lo peor que harías sería partirte de la risa ¡Lo prometiste!
-Sí, y estoy haciendo lo mejor, dejarte que vivas tu vida, dejarte ser feliz.
-¿Qué no lo ves? Eres lo más cerca que he estado de la felicidad.
-No conoces la felicidad.
-La estaba conociendo contigo.
-No hay felicidad junto a un vampiro.
-Tú no me harías daño, lo sé.
-Soy un monstruo de pesadilla, Mary.
-No lo eres.
-No vale la pena discutir contigo.
Se levantó del banco y se comenzó a alejar.
-¿No te gustaría leer tu historia? –grité ahogando mis lágrimas.
Se volvió.
-Ya la conozco.
-Verás que no eres un monstruo. Te puedo traer los libros ahora mismo.
-Iré contigo.
¿Qué acaso no se quería alejar de mí?
Caminamos juntos a mi edificio, subimos juntos y le pedí que esperara en el pasillo, para que mi hermana no lo viera, aunque temía que no fuese a estar cuando yo regresara.
Fui a mi sección especial, donde guardaba mis libros favoritos, tomé los cuatro y los metí en una bolsa oscura. Para mi suerte, mi hermana se estaba bañando, así que no sabría que yo había entrado.
Salí y cerré la puerta sigilosamente.
Edward estaba recostado en la pared, asemejándose a una escultura griega.
-Aquí están. –le extendí la bolsa. La tomó y la abrió para ver el contenido.
-¿Tiene un final feliz?
-Sí
-Te los devolveré mañana, tengo tiempo de sobra.
-No podré verte hasta el próximo sábado.
-Claro. Bueno, te los daré el sábado.

-o-
Otro domingo en la noche, tratando de dormir sin hallar la forma.
Escuché un ruido afuera de mi ventana cerrada. Temblé, yo era paranoica en extremo.
Me levanté con cuidado, fui hacia la ventana y lo vi. Abrí la ventana y entró con cuidado, sigiloso como un ratón y hermoso como sólo él.
-Tomé unas buenas ideas –pude ver con dificultad que sonreía.
Dejó los libros sobre mi escritorio y se acercó a mí.
-Supongo que puedo estar junto a ti un tiempo.
Mi corazón estaba paralizado, ¿acaso ya me había dormido?
-Si es lo que quieres, claro.
-Claro que es lo que quiero, Edward.
-Entonces me quedaré –mi vista se fue acostumbrando a la poca luz y vi que estaba mucho más cerca de mí.
-Mis papás pueden oírte, Edward
-No lo harán. ¿Estás dispuesta a probarme que quieres que me quede?
-Claro que sí, Edward. –decía su nombre tantas veces como podía, recordándome a mí misma a esa película donde las gemelas se cambian de lugar y una aprovechaba cada oportunidad para llamar a su padre “papá”, yo quería aprovechar cada segundo para llamar a mi vampiro “Edward”
No anticipé lo que haría, cuando quise reaccionar, ya su frío aliento me estaba acariciando los labios y un segundo después la magia se apoderó del momento, un beso inigualable, “mágico” era la única palabra que lo describiría. Edward fue muy delicado, teniendo cuidado de que sus colmillos no me tocaran, tal como el libro lo describía, pero mucho mejor, porque era yo.
Me separé de él, por nervios.
-¿Estás bien? –preguntó.
-Sí –dije tratando de calmar mi corazón.
-Sabes, mientras leía esos libros me enamoré de Bella, pero…ella no es real y tú eres mucho mejor –sonrió torcidamente –y haces eso del corazón, que se acelera. Me gusta.
-Yo me enamoré de ti cuando leí el libro.
-Supongo que esto hace nuestra relación algo oficial, ¿no?
-Seguro, Edward.
-Sólo para aclarar…no leo mentes.
-¿No?
-No. Y hay muchas otras cosas, que no son reales. No sé cómo esa mujer supo tanto de mí o mi familia, pero hay detalles que definitivamente salieron de su imaginación.
-¿Alice tampoco ve el futuro?
-No. No tenemos súper poderes. Y hay otras cosas, bueno Bella, no sé de donde la habrá sacado, tal vez eres tú, en cierta forma.
-Tal vez.
‑Y no vamos a la escuela con humanos, eso es aburrido. Tratamos de salir lo menos posible.
-¿Brillas al sol?
-Sí, eso es cierto.
De pronto enmudecí, si habían detalles que no eran ciertos…
-¿Son vegetarianos?
-Absolutamente –dijo con una sonrisa muy ancha –eso es completamente cierto.
-pero si fuiste rebelde.
-Eso también, pero me avergüenzo mucho.
-No tienes por qué.
-¿Sería muy sacado del libro si me quedó a verte dormir?
-No. De hecho, me cuesta mucho dormir, tal vez tu compañía me haga bien, sé que a tu lado nada malo me podrá suceder.
-Entonces duerme, Mary, descansa. –me besó en la frente y me acarició el cabello, lo siguiente que recuerdo es mi sueño.
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Dejen comentario ;D y voten por mí en los AFT Awards ^^ sólo si se preguntan, la película de la que hablo es Juego de gemelas y alguna frase de este capítulo me vino escuchando Mercy de One Republic...

11 comentarios:

  1. aww me enkanto!!! awww me enkanta esta hisgtoria y rio komo tonta.. noi puedes poner a uan chika llamada Kokoro y se enamora de ella un Jacob Black! hahahahhahaha besooos

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  2. Genial! continua por favor..

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  3. muy divertida y original
    por favor ecribe mas
    gracias

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  4. Me encanto tu historia por un momento crei que leia mi propia historia con lo de las alucinaciones!!
    wiiii!!!

    Eres muy buena escritora, felicidades....por cierto tu blog es muy bueno.

    Vi el link de tu blog en YR

    Mi nick alla es: ృмöяαdïтαృ ¬ткץ¬
    y aqui mi perfil por cualquier cosa: http://mx.answers.yahoo.com/my/profile;_ylt=AlhGE827fTy8bLnRTTf8C6qlJxh.;_ylv=3?show=ahxoguCFaa

    espero podeer seguir leyendo mas de ti en futuro... xD

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  5. espero q pronto sigas la historia!! me muero de ganas de seguir leyendo :)

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  6. Gracias por todos sus comentarios, al princiipio pensaba que esta historia no le iba a gustar a nadie

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  7. me enkanta es mui original siguela escribiendo

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  8. Esa peli la vi, es con la chica pelirroja que ahora canta (linsey Lohan?)
    El cap estuvo buenísimo, yo también se lo hubiera preguntado, aunque le hubiera dicho "Eres Edward? Pruebalo! levantame en el aire! comete a ese gato!" jajaja
    Sigo leyendo
    Naty Celeste

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  9. A quien puede no gustarle esta historia, es el sueño de todas hecho realidad.

    Pero edward se queda tan tranquilo con su historia rodando en un libro de fama mundial. Y como supo sthepenie todo sobre ellos??

    Wow eres demasiado creativa. Felicitaciones por eso.

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  10. Simplemente genial ^^

    Eso sí ya me podía haber tocado a mí ser Mary xD

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  11. me cae q me imagino q soy yo he!! jaja y no te pediria q pongas mi nombre en lugar del tuyo xq me llamo igual jaja asi q... ya me imagino q soy yo insisto jaja TE AMAMOS EDWARD!!! jaja

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Robin Wolfe