16 sept 2009

Encuentro de Ensueño, Capítulo 12

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Dedicado a nadiAlejandra* por ser la ganadora de la imagen ^^ y por ser tan linda, tan lectora de mis fics...te quiero muchísimo
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Disclaimer: La Familia Cullen pertenece a Stephenie Meyer, el resto de los personajes son de mi creación.
Summary:
Mary termina su libro de Amanecer y se siente muy deprimida, pero una serie de eventos le mostrarán que la fantasía puede ser real.

Encuentro de ensueño
Capítulo 12. Un tratado entre el fuego y el hielo.

“Some boys take a beautiful girl and hide it away from the rest of the world. I wanna be the one to walk in the sun, oh Girls they wanna have fun.”



-Aburo ¿no? Cuéntame de tu cumpleaños.

Me sonreí y comencé por decirle que me había encantado mi fiesta, que su familia era de lo más raro que había visto en mi vida; que su prima había tenido severas intenciones de besarlo y que sus familiares más pequeños –criaturas como duendes y elfos –no habían asistido por temor a uno de los mayores, hasta le dije que era muy apuesto y que me preocupaba que me hubiese parecido apuesto –a lo que Carlos respondió con risas y miradas pícaras-. Me hacía feliz que mis verdades mentirosas le causaran risa, no sólo por él, sino por mí, porque le estaba diciendo todo lo que tenía atorado en la garganta –aunque sin revelar nada –causando un alivio en mi pecho.

La campana sonó y regresamos a clase, cuando pasamos junto a Amanda –la bruja –no pude evitar mirarla como si mis ojos pudiesen matarla, deseaba tener aquella torturadora mirada de la Jane de los libros, deseaba verla retorcerse en el suelo…Tal vez no tendría un don para hacerlo, pero ella desvió la mirada, incómoda. Sonreí de gusto.

Cuando las clases se acabaron, me sentí feliz una vez más, había sido un gran inicio de semana, algo diferente, ya que el lunes solía ser mi peor día.

Salí del edificio y me sorprendí al ver un volvo plateado aparcado afuera, sonreí al instante.

Comencé a caminar en dirección al volvo y alcancé a ver a Edward por la ventanilla, me sonrió y yo lo saludé con la mano.

-Mary –oí que me llamaban a mi espalda. Me volví y vi a Carlos con una ancha sonrisa. Me acerqué a él y él a mí, me envolvió en un abrazo y yo a él.
-¿Quieres conocer a mi novio? –le dije en cuanto nos separamos.
-¡Seguro! –exclamó.

Caminé hacia el volvo y miré alrededor para ver si Vanessa estaba cerca, como no era así no la podía llamar para hacer las presentaciones pertinentes. Pude escuchar a Carlos decir algo así como “qué auto” mientras nos acercábamos.

Edward tenía las manos apretadas en torno al volante con el ceño fruncido.

-Edward –él se volvió a mirarme haciendo un esfuerzo para cambiar la expresión. Pero sus ojos dorados tenían aquel tono oscuro; sin embargo yo hablé sin prestar atención a eso –este es Carlos…
-Tu mejor amigo –me interrumpió Edward.

Me quedé extrañada, no recordaba haber mencionado ese título para Carlos, ni siquiera recordaba haberlo nombrado.

Edward salió del auto y le estrechó la mano. Carlos no era mucho más bajo que él. Me sorprendió ver cómo ambos se daban un fuerte apretón de manos, flexionando los músculos, como demostrando superioridad. Suponía que Carlos estaba atravesando por aquellos celos de amigos que yo no le había hecho sufrir, y que yo había sufrido cada día hasta hoy. Aquellos celos sanos de querer que tu mejor amigo se encuentre bien.

-Edward Cullen –puntualizó finalmente mi novio y Carlos soltó su mano.

Edward caminó hacia el otro lado del auto para abrir la puerta del copiloto, y Carlos aprovechó para hacer el gesto de que estaba loco, con el dedo índice dando vueltas sobre la oreja. Me reí involuntariamente, como siempre lo hacía con él, y se fue caminando con sus amigos. Caminé al otro lado del auto y Edward me tendió la mano para entrar.

-o-

Pasamos al menos quince minutos en el auto en absoluto silencio, en un absoluto incómodo silencio.

-Tu mamá sabe que estás conmigo –dijo Edward cuando el tecleo en mi celular se convirtió en el nuevo sonido.
-Bien –musité y fije la vista al horizonte.
-Lo siento –susurró abandonando una mano del volante para estrechar mis dedos.
-¿Qué es lo que sientes? –dije con voz dura.
-Siento haber sido grosero con tu amigo.
-Yo no estoy molesta por eso –dije soltando su mano.

Edward se quedó en silencio y buscó mi mano nuevamente.
-¿Por qué me mentiste? –gruñí.
-Mary…
-Más vale que sea una buena razón.
-No la tengo…pensé que te incomodaría.
-Y jamás pensabas decírmelo.
Frunció la boca.
-No estaba seguro.
-Quiero toda la verdad, Edward.
Fue disminuyendo la velocidad hasta estacionar frente a un restaurante.
-Vamos, debes comer.

Nos sentamos en una mesa y ordené una pizza pequeña. Edward no pidió nada y yo seguía esperando que tomara mi orden.

Se acercó a darme un beso, pero yo coloqué mi mejilla.
-No puedes hacer eso.
-¿Qué cosa?
-Besarme y esperar que todo esté bien. Fue lo que hiciste en mi cumpleaños, esta vez quiero oírte.
Suspiró.
-Leía tus pensamientos cada vez que nos encontrábamos, me intrigaba el hecho de que en ellos asegurabas conocerme. Por un momento me pareció que también te conocía; era porque te había visto en las visiones de Alice: había alguien nuevo en ellas, alguien que no se distinguía con claridad. Supuse que eras tú, por los pocos rasgos que se llegaban a distinguir.
-¿Alice no puede verme? –inquirí nerviosa.
-No del todo…algo así como los lobos.
-Sí existen lobos.
-Sí, y no son nuestros amigos –su mirada se volvió a oscurecer –pero no hablábamos de eso.
El mesero colocó mi coca-cola en la mesa y cuando se fue Edward prosiguió.
-Así como en el libro, Bella parecía ser una excepción a mi don, tú lo eres para Alice.
-¿Por qué?
-No tenemos idea.
-¿Y qué hay de Stephenie? –pregunté y bebí refresco.
-Carlisle cree recordar a una vampira del clan egipcio, apasionada por la escritura, y que en más de una ocasión quiso saber más de nosotros. Él no cree que ella sea la autora, sino alguien que conoció los secretos que ella guardaba.
-¿Alguien?
-Probablemente alguna bruja o mago, alguien que nos quería juntos. Eres la única que tiene los libros. Es demasiada coincidencia que vivieras tan cerca y que seas la única que tuvo acceso a ellos.
-¡Es imposible! –exclamé mientras el mesero llegaba con la pizza.
El hombre se retiró y Edward continuó.
-Encargamos a todos de buscar copias de los libros. Desde aquí hasta China, y en ningún lugar los conocían. Es un misterio que no tengo interés en resolver.

-Tampoco yo –musité.
-¿Cómo puede Jane ser un amor si tiene ese horrible don? –inquirí.
-Carlisle cree a todos demasiado buenos –rodó los ojos y yo engullí otro triángulo de pizza –pero lamentablemente, no lo son.
-¿Algún otro secreto? –pregunté mirándolo a los ojos.
-No es secreto, pero moría de celos de verte abrazar a tu “amigo” –sentí el entrecomillado en la palabra –saber que yo no puedo abrazarte así…al menos no sin miedo.
-No tienes que tener miedo, ni celos.
-Ya los tenía cuando leía e imaginaba que eras Bella…cada vez que el chucho aparecía…Te juro que era horrible.
-Pero Carlos no es un lobo.
-Pero te gusta.

Bajé la mirada, tomando otro trozo de pizza. Titubeé al responder.
-Sí, claro que me gusta, es mi amigo, no se puede estar con alguien que no te gusta.
Edward gruñó por lo bajo.

Terminé de comer, fui al baño y Edward pagó la cuenta.

Entramos nuevamente a su auto, colocó las llaves en el contacto y se quedó un segundo inmóvil.

-Tú no quieres ser vampiro –dijo mirándome. No estaba preguntando, ya sabía la respuesta, pero el sudor frío se apoderó de mi frente y mis manos.
-¿Por qué querría?
-¿Por qué no? –repreguntó él.
-Porque tendría que alejarme de mi mamá, mi papá y Susy. De Vanessa y de Carlos y todas las otras personas a mi alrededor. Porque me perdería muchas cosas, porque viviría eternamente en este cuerpo y no estoy dispuesta. –Suspiré –porque me gusta divertirme y me gusta el sol, la playa y la arena. Caminar bajo el sol, siendo feliz y sin tener que esconderme. Porque quiero ser libre y disfruto siendo humana; me gusta sentir tu gélido roce y a la vez tener el gusto de abrazar un cálido amigo. Porque ahora soy feliz y no cambiaría esa felicidad por nada.

Edward se quedó con la boca abierta y las cejas alzadas. Examinó mi expresión y habló con seguridad.

-Pareces decidida.
-Lo estoy, no quiero ser un monstruo de pesadilla…sin ofender –añadí con una sonrisa.

Edward se acercó a mí, mi corazón latía más fuerte y el sudor frío seguía allí. Me dio un beso en los labios y bajó con sus labios gélidos hasta mi cuello.






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He aquí, el penúltimo capiii (awww/wiiii) hahahaha bueno, en una semana tendrán el último que se llamará...."el aullido del lobo" xD y bueno, bueno, bueno...Mary no quiere ser vampira, por qué? Edward la transformará igual? juasjuas... nos leemoos!!

6 comentarios:

  1. que?? el penultimo??? PORQUE????

    AHHH!!!!! NOOO!!!!!

    DIOS!!! NO!!!!

    AHHH!!! Yo siempr mire a Carlos como Jake!! ke bello!!!

    Ahh ya kero saber todos los misterios!!!

    maldito Edward mentiroso!! si le leia la mente!!! ahh!!!

    Ya kero saber!!!!

    TE AMO ROBIN!!

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  2. Dios dios dios dios dios....

    No quiere ser Vaaammpii? yo moriria por serlo xD sabes todo lo que podria estudiar? sitios por conocer? wwwwooow..... miles de cosas...

    QUIERO SABER QUE PAAASA.... me haz dejado innntrigadiiisima!!!

    Te Adooorooo amiiggggaaa!

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  3. Yo estoy de acuerdo, tampoco me gustaria ser vampira! Debe ser re feo vivir para siempre... muy aburrido!
    Y Edward si le leía la manete! Chupasangres mentirosoooo!!!! jajaja
    Está re bueno el cap, divina, sabes que te adoro (por eso te imprime con Seth, que es uno de mis favoritos jajaja)
    Besos!!! Quiero leer el finaaaal!!!

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  4. me puedes creer q me acabo de dar cuenta q terminaste tu fic y q este cap estaba dedicado a mi y no lo habia leido, jaja pero ya lo hice
    wowowowo! Edward Cullen celoso, ay algo mas delicioso q eso? jajajaja y kiere convertir a Mary, pero ella no kiere, q cool, jajajaj
    a ver el proximo capi y ay te dejo todos
    besos Ro*

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  5. Hola!
    Que atrasada con la lectura que estoy... ya termina el fic? No me lo esperaba =(
    NO puedo creer que le mintieran a Mary sobre la existencia de poderes en los vampiros...
    Muy, muy raro lo de los libros... solo Mary los tenia? Increible, jaja

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  6. Esta increíble pero continua escribiendo mas de esta historia y como q no hay mas libro ;' pero bueno sigue asi ;)

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Robin Wolfe