29 jun 2009

Solsticio, Capítulo 3

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Pero la historia me pertenece a mí (Robin Cullen/Black).

Summary: Luego de la transformación de Jacob, su relación con Bella tomará otro rumbo, pero ¿puede una relación con un lobo ser segura? ¿Qué opinaran los Cullen al respecto? BxJ 
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Capítulo 3. Confesiones 
Bella POV

Jacob se toqueteaba el  cabello, eran notorios sus nervios y yo comenzaba a sentirlos también. 

- Bella, sabes que hemos sido amigos durante todo este tiempo –hizo una pausa para tomar aire, mientras mi propia respiración se alteraba. 

¿Jacob iba a decirme que sentía algo especial, algo diferente a una amistad o iba a acusarme por mis reacciones? ¿Es qué acaso yo estaba dejándome llevar por lo que yo estaba sintiendo?
-Esto es algo, que difícilmente creerás porque yo de hecho no lo creía... -tomó aire nuevamente- ¿recuerdas que una vez te dije que en La Push existían una infinidad de leyendas sobre los hombres lobos, que se creía que nuestros ancestros pertenecían a esta especie…?

Asentí  con la cabeza. ¿A qué venían las leyendas? Jacob estaba tal vez tratando de distraerme, para decirme de un momento a otro “ya no quiero verte más”, o es que yo estaba alucinando. 
- Bueno, no hace mucho, descubrí que estas leyendas son reales, Bella, sí existían licántropos en La Push; de hecho mi abuelo, fue un hombre lobo, y el viejo Quil también-me quedé mirándolo. Preguntándome por qué Jacob me decía esto, nada tenía sentido para mí.
- ¿Y por qué has decidido creer en estas absurdas leyendas ahora, Jake? 

-Sí, ya sé  que me crees loco, pero-se aclaró la garganta-es porque el linaje lobuno se hereda-juraría que le temblaron los labios, al pronunciar esa palabra,- y está creándose una nueva generación, hay hombres lobo en La Push. 

- ¿Quién?, ¿cómo que hay hombres lobo, Jake? -Abrí los ojos como platos. En mi cabeza no se dibujaba la imagen de Billy Black saltando de su silla de ruedas, para transformarse en un lobo, ¿es qué acaso Jacob me creía tonta?

- Yo- confesó - no te aterres Bella, por favor- pero era muy tarde, yo ya estaba aterrada, pero no por su absurda historia, sino por todo lo que significaba

- ¿Que dices Jacob? ¿Te has drogado o qué?- recordé a aquel tipo Sam, el que Jake decía que estaba en algo extraño de seguro él había metido a Jacob en todo esto, lo había convencido de alejarse de mí, pero ¿a él qué le importaba yo?  - ¿Es por ese tipo… Sam Ulley? 

- Bella, si él tiene que ver, es un hombre lobo también, fue el primero de este brote, yo me equivoqué con respecto a lo que él estaba haciendo, él ha pasado por momentos muy difíciles, porque no tuvo a nadie que lo ayudara.
- Jake ¿qué te sucede? ¡Los hombres lobo no existen! –grité desesperada

- Sí existen Bella y yo soy uno-dijo con la voz casi quebrada. 

- Bella, escúchame por favor. Se suponía que no podía decirte esto, que era un secreto, pero cuando ayer fuiste a La Push- hizo una pausa- todo cambió. Yo no te había visto desde aquella salida al cine-puse cara de asco, el recuerdo de ese día dolía, dolía en el alma. Desde aquella noche, todo había cambiado. Y ahora Jake había confabulado con Sam Ulley para crear una historia estilo puñalada: te dolía, se te clavaba en el fondo del corazón, pero luego el dolor desaparecía. Era claro, jamás iba a volver a ver Jacob, me imaginé esa nueva vida y un escalofrío recorrió mi cuerpo, en qué momento aquel sol que Jacob había visto al entrar a mi casa se había apagado, y más importante aún, ¿por qué?  …Pero Jacob comenzó a hablar nuevamente, ¿quería enterrar el cuchillo más profundo o es que pensaba que yo aun no comprendía?

-Hay algo llamado imprimación-puse cara de pocos amigos porque jamás había oído el término, de hecho, dudaba de su existencia, ahora Jacob hablaría con palabras mitológicas que me hicieran sufrir sin saber que lo estaba haciendo, era como ponerle anestesia al puñal -es algo extraño, no sabría explicarte bien de qué se trata- no entendía por qué la necesidad de explicármelo, por qué la necesidad de la larga historia, por qué no decía, “no quiero verte más” y ya, eso sería mejor que un puñal, como una gota de veneno. Sí, estoy segura que Romeo sufrió menos su propia muerte que Julieta, el veneno parecía más rápido que el puñal, en todo sentido. Sin embargo, la comparación con esos dos amantes no venía al caso, mi vida no era una historia de amor,  Jacob Black no quería volver a verme nunca y había estado investigando la forma más original de decírmelo. 
Hizo otra pausa, tal vez más larga. 
- Es algo parecido al amor, bueno, no, es mucho más que eso

-Jake

-Bueno Bella, el caso es que yo me imprimé de ti, no sé, no puedo explicarte bien, solo sé que es así, algunos creen que la imprimación es para mantener el linaje, los genes lobunos, algo así…
Jacob no paraba de hablar, decía y decía cosas que mi cerebro no procesaba, pero había una palabra que seguía sonando en mi cabeza, una palabra que me había hecho cambiar sobre lo que había pensado de Jacob durante estos minutos: amor
-Entonces Bella claro no tienes por qué 

Tenía razón, yo no tenía que, yo sólo quería. Me lancé a sus labios y Jacob me recibió, era eso, era mejor callarlo ahora y besarnos enseguida, me ardía, me quemaba pero aún más fuerte que ayer y yo como tonta adoraba esto, adoraba estar abrazada a su calor, nada se comparaba a esta sensación y lo supe, supe que toda su historia absurda y mitológica era verdad, creí en él, creí en Jacob Black y en esto a lo que él llamaba imprimación, ahora  me encantaba el término, desconociendo en absoluto su significado, porque era algo más, algo más que el amor. Sus labios y los míos se conjugaban en armonía. Jake era el primer chico que besaba y aún no me creía que yo hubiese tomado la iniciativa. 

-Bella- dijo Jake despegándose de mis labios- para mí estoy es muy difícil, no puedo dejar de verte ni un sólo día porque mi corazón duele-su aliento seguía rozando mis labios y sentí la necesidad de mordérmelos-, pero no podría soportar la idea de hacerte daño y la verdad es que no sería difícil- me tomó un  mechón de cabello y lo colocó detrás de mi oreja dulcemente. 

-Jacob, ¿a qué te refieres? 

-Es que no tengo total autocontrol Bella, si me enfado podría transformarme en lobo y herirte.  Porque es que eres tan frágil Bella, no podría soportar la idea de hacerte daño, pero no puedo evitar verte, no puedo. 

Jacob me miraba de esa forma que lo había hecho ayer, suspiré y me concentré en grabar en mi memoria cada rasgo de Jacob, todos y cada uno de sus rasgos. Observé sus pies, sus piernas, su torso, sus brazos, su cuello, su boca, su nariz… y entonces la arrugó, como en el hospital, de la misma manera, se la toqueteó con sus dedos, y noté que había un olor que Jacob odiaba…era yo, ¿qué era lo que apestaba en mí?
-Jacob,¿ qué es lo que hueles? ¿Soy yo?

-¿Qué?-y se acercó a mí-Bella si hueles delicioso-sus dedos y su aliento tibio rozaron mi pelo y mi cara-hueles a fresas-esbocé una sonrisa, había detallado y grabado mi olor en su memoria-el olor-y se tocó la nariz otra vez-es algo afuera.

-Creo que Charlie sacó la basura en la mañana.
Pero Jacob no me prestó atención y se asomó a la ventana.
-De quién es el volvo –preguntó.
-Pues sólo he visto uno y es de los Cullen, ¿por qué? ¿Está ahí fuera?

Jacob POV

-No, se está alejando- le respondí- y me quedé observando al volvo alejarse, junto con su olor desagradable. 
No supe bien quién era el que lo manejaba, pero iba a una velocidad monstruosa, ojalá Charlie los multara y tuvieran que irse de Forks, sí, algo exagerado, pero el saber que estaban tan cerca de mi Bella, me aterrorizaba.
-¿Qué quieres hacer ahora Bell?
 -Pues, no lo sé Jake, no que es súper peligroso que ande contigo-dijo en un tono burlón que me fascinó. 
Vaya, Bella estaba decidida a hacerme sufrir, mirándome con esos ojos chocolate, mientras me recordaba el peligro que corría a mi lado.
-Pues lo es, pero no puedo evitar estar contigo Bella-me acerqué a ella nuevamente- es algo imposible.
 -Bueno, antes, me gustaría que me dijeras más sobre los lobos y la imprimación, quiero saberlo todo, Jake. 
Todo, debía de ser broma. Bella no podía saberlo todo. No. Eso no pasaría, no le diría a Bella todo sobre los lobos. No había necesidad. Organicé mentalmente lo que le diría, empecé por lo sencillo, por lo que ya ella sabía y si no lo sabía, era obvio

- Bueno… cambio de forma ya sabes de humano a lobo y de lobo a humano.
- ¿En luna llena?- inquirió ella con los ojos brillantes y llenos de dudas.

Le sonreí
 -Eso no es cierto, cambiamos cuando queremos- me aclaré la garganta, sabiendo que podía transformarme si no lo quería también - me refiero a que no hay hora ni fecha.

Traté de contarle otras cosas pero omití los detalles que al menos de momento, no necesitaba que supiera. Yo no quería que Bella supiera que yo no envejecería o que debía andar por el bosque cazando a los fríos, no había necesidad de que Bella supiera eso.

- Jake, lo de la impri…  

Le dediqué una sonrisa, que sabía que le encantaba.
-No sé muy bien Bella, como yo no creía en estas cosas, no le presté demasiada atención, sólo sé que Forks se ha convertido en un pueblo muy soleado, eres la única para mí Bella.

Ella se sonrojó inmediatamente, lucía tan hermosa como una fresa, entre el color que tomaba su piel y su olor, creo que las mismas fresas estaban envidiosas. 
Me acerqué y Bella hizo un gesto de necesitar aire, no me acostumbraba a que el calor de mi cuerpo pudiese sofocarla. Tomé mi mano entre la suya y contemplé como se veían, parecía una de esas galletas de color negro rellenas de una crema blanca, así contrastaban nuestras pieles, mi piel no era demasiado oscura, más bien era cobriza, pero la suya era increíblemente pálida, por un momento temí por mi Bella, aquella piel pálida y fría,  pero entonces alcé la vista para encontrarme con sus mejillas ruborizadas y no pude evitar suspirar, mi hermosa humana Bella. Claro que su piel me parecía fría, todo lo era a mi alrededor. Y claro que era pálida, en este lluvioso pueblo. Y claro que era humana, sus mejillas ruborizadas por la forma en que la sangre subía hasta ellas y su exquisito olor no dejaba en duda lo humana que era. 
Noté que había un punto que no le había aclarado aún, Bella debía pensar que yo tenía la fiebre del verano o algo así. 

Bella POV

Jake había hablado durante al menos dos horas sobre los lobos y la imprimación. Me dio a entender que jamás amaría a nadie que no fuera yo. 
Jacob rodeó mi mano con la suya, inmediatamente me sonrojé y dijo :

- Por cierto, no estoy enfermo Bella, está será la temperatura que te abrazara desde ahora y hasta siempre.

Me alegré de saber que Jake estaba en perfecto estado de salud... 
Y luego caí en cuenta del resto de sus palabras, hasta siempre, Jacob había usado esa frase. 
Vinieron a mi mente millones de imágenes, boda, hijos, la idea me aterrorizó, no porque no quisiera, porque Jacob era mi mejor amigo y no temía ese hasta siempre, no temía que no fuera a conocer otro amor que no fuera Jake; yo temía que todo fuera a pasar demasiado rápido.

- En tal caso Bella, tú puedes decidir que no me quieres 

- Jacob, ¡pero claro que te quiero! 

-Me refiero de esta manera

Me sonrojé nuevamente. 

- De todas maneras tenemos mucho tiempo- sonrió ampliamente 

Le respondí la sonrisa, mucho tiempo, genial, no pasaría demasiado rápido. 

Pensar en el tiempo, me hizo recordar que en ese momento estaba transcurriendo. Miré el reloj y ya eran las 2 de la tarde, Jacob me imitó.  

- ¿Tienes hambre Bella? 

- Bastante- aseguré

- Bien, si te parece vamos a La Pu.. 

- ¿Qué?- no lo deje terminar la frase, mientras llegábamos allá, ya me habría comido el volante de mi pickup- comeremos aquí- y se me apagó la voz por la duda que ahora tenía- ¿qué comes tú Jake? 

- Cualquier cosa Bella.
-¿No vas a cazar un ciervo o algo así?
Soltó una pequeña carcajada.
-Obvio que no verás a un lobo con un con un plato de pasta, mientras sujeta un tenedor, pero por eso somos hombres lobo; aún soy un hombre, Bella

- ¿Aún? Será que apenas empezaste - le dije entre risas

-Tienes razón - y me envolvió en un abrazo 
- Bien- dije y me separé de su cuerpo- ¡Hora de comer! 

Jacob comenzó a caminar hacia la cocina y yo pensé en tomarlo de un brazo para detenerlo, pero me pareció tonto.
- Jacob Black- él se detuvo porque yo jamás lo llamaba así y volteó a verme- yo cocino, tonto

- ¿Ah, me llamaste tonto? 

Y yo de nuevo me sonrojé

- Perdonada Isabella- me dedicó una de mis sonrisas, supongo supo que me quedaría hipnotizada  viéndolo sonreír,  así que se aprovechó y me tomó por la cintura y me llevó hasta la cocina.
- ¡Jacob bájame!
- En cuanto lleguemos a la cocina, señorita Swan- me colocó delicadamente en el suelo y me dio un beso en la mejilla  

Hice gesto de estar molesta, pero luego se me escapó una sonrisa y claro está me volví a sonrojar. Tonta. ¿Es que está sería mi vida? ¿Sonrojarme cada dos segundos?

Preparé el pescado que Charlie había traído, Jacob me ayudó, ya que por más que quise no pude hacerlo sola, ya que necesitaba un mínimo de dos manos para cocinar. Nos sentamos a la mesa y casi no hablamos, Jake y yo moríamos del hambre y nos concentramos en devorar nuestros platos.

-o-

La puerta sonó cuando terminamos de comer, fui a abrir y me encontré con Sam Ulley, aquel chico no me simpatizaba.

- Hola Bella, ¿está Jacob aquí? 

- Sí 

Me volteé para llamarlo, pero ya Jake estaba a mi lado.

- ¿Qué pasa Sam? 

- Hay un problema, y te necesitamos 

- ¿Ya? 

- ¡Ya! 

- Bien, te veré allá en un minuto

- Estaré donde siempre

Sam se alejó, se adentró al bosque y miró una vez más en dirección a la casa, luego desapareció entre los árboles.

-¿Qué ocurre? 

- Cosas lobunas- dijo como en una ironía-tengo que irme… 

- Pero,¿ estarás bien Jake?
- Claro Bella, nací para ser un lobo- me dio otro cálido beso en la mejilla y siguió el mismo camino que Sam.
Me quedé viéndolo hasta que se perdió también entre la vegetación, suspiré.


Charlie llegó unas horas después y yo seguía en el marco de la puerta, había estado ahí desde que Jake se había ido, una hora más tarde me había sentado y otra hora más tarde cerré la puerta. Estuve ahí otra hora. Charlie se bajó de la patrulla y se encaminó a la puerta, sacó las llaves de la casa, aun no había notado que yo estaba ahí. 
-Bella, ¿qué haces ahí?
-No lo sé-confesé-me quedé aquí.
-Pero, ¿estás bien?-su voz no expresaba demasiada preocupación, y así era mejor
-Sí, creo que me quedé soñando despierta.

Charlie entró a la casa; yo me quedé afuera un poco más, observando el crepúsculo. Siempre me había parecido hermoso. Me resigné a la idea de que Jacob no vendría esa noche, entré a la casa. Estaba realmente cansada, aunque había estado tres horas sin hacer algo.

-Pedí una pizza, así que no tienes que cocinar
-Bien, yo no  tengo hambre- subí a mi habitación. 

Me acosté en mi cama y sin darme cuenta comencé a llorar. Lloraba incontroladamente, como si alguien hubiese muerto o estuviese a punto de afrontar un problema sin solución. No sabía exactamente la causa. Muchas veces he pensado que cuando lloro hay algo en mi inconsciente que aún mi consciente desconoce. Lloré durante horas y llorando me quedé dormida. 

1 comentario:

  1. hola Robin
    como ves sigo aki escrachando, pero si me llega a vencer el sueño mañana sigo!!!!
    besos chika y yo me dedico mientras tanto a seguir leyendo

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Robin Wolfe