30 jun 2009

Solsticio, Capítulo 4

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Pero la historia me pertenece a mí (Robin Cullen/Black).

Summary: Luego de la transformación de Jacob, su relación con Bella tomará otro rumbo, pero ¿puede una relación con un lobo ser segura? ¿Qué opinaran los Cullen al respecto? BxJ

**************************************************************

 

Capítulo 4. El mejor día de mi vida
Bella POV

Me desperté con aquel cielo gris propio de Forks. Me ardían los ojos por haberme quedado dormida llorando. Fui al baño y contemplé las bolsas que se habían formado debajo de mis ojos, hice de todo por desaparecerlas, sin éxito. 

Bajé las escaleras, para mi sorpresa, Charlie seguía allí 

- ¿Qué haces aquí aun, papá?

- Me he tomado el día libre- dijo orgulloso- el pueblo ha estado tranquilo y hoy es la final del básquet 

- Ah, qué bien- dije sin ánimo

- Jacob llamó 

Sentí un cambio en mi cara, pero traté de disimularlo, Charlie no debía saber que Jacob significaba tanto para mí 

- ¿Qué dijo? 

- Que no vendrá hoy y que tampoco tú vayas a La Push. 

Asentí con la cabeza. 

- Has pasado mucho tiempo con Jacob, ¿cierto? 

- Es mi mejor amigo papá

- Ah, entonces son sólo amigos. Yo...bueno, pensé que tal vez 

- No papá, somos amigos, nada más- lo dije con certeza, aunque me volví a preguntar si seríamos amigos, ¿por qué Jacob no quería que fuera a La Push?

- Es una lástima, Jacob es un buen chico

Fui en dirección al teléfono, marqué el número de Jake, sin esperanzas de oír su voz. 

- ¿Sí?- sonó la voz ronca de Billy

- Hola Billy, ¿está Jacob? 

- No, está de guardia Bella 

- De acuerdo, gracias. - colgué el teléfono, y decidí creerle a Billy, porque no tenía ningún sentido darle más vueltas al asunto en mi cabeza…

La mañana avanzó con rapidez.  Hice un almuerzo rápido y se lo llevé a Charlie a la sala, para que no perdiera detalle del partido, comí lentamente y dejé pasar el tiempo. 

-o-

Estaba en la cocina leyendo mi viejo ejemplar de Cumbres Borrascosas, no me había quedado otra opción que sumergirme en la lectura aquella tarde en vista de que Jacob debía hacer guardia en los bosques. Ése era un punto que no me había quedado demasiado claro, ¿qué era lo que vigilaban?... Pero traté de no pensar en ello y recrear en mi mente cada escena de mi lectura. Lo estaba logrando, cuando tocaron la puerta y me sobresalté, con la esperanza de que fuera Jacob. Me levanté a toda velocidad de la silla, tropecé con el borde de la mesa y después aterricé en el
marco de la puerta. Suspiré y abrí. 

Aquella no era la figura de Jake, era un duendecillo con cabello negro en punta y una sonrisa inquieta. ¿Alice Cullen?

- Hola- dije en un tono de intriga

- Hola Bella, ¿cómo estás? 

- Ehh…  bien -dudé

- ¿Puedo pasar?- preguntó ella en un tono entusiasta 

- Claro, pasa 

Entró con mucha seguridad y dando pequeños brincos, como los de una bailarina de ballet, pero realmente mucho más elegantes y delicados, Charlie volteó y se quedó observando a mi ¿amiga? 

- Papá es Alice Cullen- Charlie se levantó del sillón abandonado el partido que veía, ella se adelantó, le apretó la mano y dijo 

- Alice, la hija del doctor Cullen 

- Pues, Charlie, el padre de Bella –ella sonrió y  se soltaron las manos- entonces eres hija del doctor

- Sí, claro, me encanta considerarlo mi padre, todos nos consideramos familia de sangre- sonrió y soltó una risilla, más para sus adentros, como si se tratara de una broma familiar, se dirigió nuevamente hacia donde yo estaba.

- Vamos a la cocina- le dije 

- Bien – y me siguió con sus movimientos de bailarina

Nos sentamos en la mesa de la cocina 


Alice POV

Me quedé observando a Bella, tratando de buscar señales del lobo, ella no olía como su casa aquel día. El lobo no había estado cerca, al menos  no hoy.
- Ya sé que te debes preguntar qué hago aquí 

Me adelanté a hablar antes que ella y me miró como si eso fuera exactamente lo que estaba pensando, aunque eso, yo no lo sabía.

- Pues sí- confesó

- Bien, es que he pasado todo el verano con mis hermanos y ya me he aburrido 

-¿Y tu novio?- Inquirió ella 

Me quedé pesando durante algún tiempo

- El chico rubio, es tu novio, ¿cierto?

Fue cuando caí en cuenta que se refería a Jasper, para mí era totalmente extraño el término novio, esa palabra no iba con Jasper.

- Ah, Jasper- le hice saber- sí, es mi novio, también lo he pasado con él.

- Claro, él…vive contigo, ¿cierto?- su cara expresó asco, pero no le di importancia porque ella no podía saber toda nuestra historia.

- Sí, pero no es mi hermano Bella, no creas que cometemos incesto
-Tranquila. Ninguno de ustedes son hermanos, ¿cierto?
- Bueno, Jasper y Rosalie sí, Carlisle y Esme los acogieron y Edward, Emmet y yo somos adoptados- le dije esperando no meter la pata, cuando habíamos llegado a Forks, no había habido necesidad de contar la historia más de una vez, y yo sabía que ella sabía toda la historia, tal vez sólo estaba improvisando- ¿y qué hay de ti?- dije por si tenía intenciones de seguir preguntando 

- Bueno soy hija única, de Reneé y Charlie

- ¿Y tienes un novio?- no quería preguntar algo que ella no me hubiese preguntado para evitar que me enviará las preguntas de vuelta. 

Ella se me quedó viendo y comenzó a hablar, agradecí ser vampiresa, porque habló en un tono extremadamente bajo.

- Sí, pero Charlie no lo sabe

- Ah no hay problema - dije en el tono que ella estaba empleando- ¿es de la escuela?, ¿tal vez Mike? 

- No, ¡jamás!- dijo convencida- no lo conoces 


- Bueno, ¿y cómo se llama? 

- Jacob- dijo aún más bajo

- Jacob-repetí, me quedé observándola durante un momento, cuando me di cuenta de que no le había preguntado por su mano enyesada - ¿y qué le paso a tu mano? 

- Ah, una tontería- dijo sujetándosela.

- Las tonterías pasan- dije con una sonrisa

- A mí, todo el tiempo. El doctor Cullen fue quien me atendió.
- Ah eras tú entonces, la chica torpe de la que habló el otro día- dije en tono de burla, ella se sonrojó
- ¿No habló de mí o sí? 

- No, más bien de quien fue contigo

- ¿Ah sí? ¿Y por qué? 

- Pues porque él tenía una fiebre de al menos 40 grados y estaba preocupado por ti.

Sonrió
-Ése era Jake-dijo sonrojada aún. 

Entonces, Bella era novia del lobo. Fue la información que vine a buscar, pero no la respuesta que quería obtener.
- ¿Y cuánto llevan de novios? 

-Un día- confesó apenada y en una hilo de voz

Solté una risilla.

- Pero,  ¿lo conocías desde antes? 

- Sí, desde que llegué a Forks hemos sido amigos, tal vez desde antes, solo que no lo recuerdo muy bien - ¿ya algunos de tus hermanos se graduaron no?- dijo ella cambiando el tema

- Sí, este año sólo volveremos a la escuela Edward y yo. 

- Ustedes parecen los más jóvenes 

-Lo somos- mentí- Decir que Emmet y Rosalie eran más jóvenes era imposible de creer, pero no había necesidad de que lo creyera. 

- ¿Cuántos años tienes Bella? 

- 17 ¿y tú? 

- 19, perdí un año viajando- improvisé- ¿y Jacob?- hablé en voz baja para que ella no se molestará 


- 15- se sonrojó- no me creas pedófila, es que si tú lo vieras, él…parece mayor que yo

- Tranquila, no tengo intenciones de llamarte así, sino tendrías bases para acusarme de incesto- le sonreí- oye, Bella, ¿no te gustaría ir de compras? 

- Sí- dijo entusiasmada- quiero comprar algunas cosas 

- Genial, miré por la ventana para tener conciencia de qué hora era, eran más o menos las cinco- ¿te parece ahora, o mejor mañana? 

Se quedó pensando, aunque yo vi claramente cuál sería su respuesta. ¿Por qué pensaba si ya tenía una decisión tomada?

Bella POV 

Tenía muchas ganas de ir de compras, de seguro no del mismo tipo que Alice quería, pero eso no importaba. 

No sabía qué contestarle, agradecía tanto su visita el día de hoy, porque me había mantenido a Jacob presente pero a la vez me había distraído. Estaba decidida a decirle de ir mañana porque aunque Jacob estuviese libre se merecía quedarse solo. Al menos durante la mañana. 

- Mañana, ¿te parece bien? 

- Sí, genial. Pasaré por aquí a las 11 ¿te parece? Las tiendas no abren hasta entonces

- Pero tardaremos al menos una hora en llegar a Port Angels

- En tu pickup, tal vez dos. Pero conmigo llegarás como en veinte minutos.

- Claro, un volvo puede más que mi cacharro. 

- No sé si vayamos en el Volvo. Tal vez. Depende de si Edward tiene planes. 

- ¿Es suyo?- siempre asumí que era de todos, pero debía suponer que cada uno tenía su propio auto

- Sí, el volvo es de Edward

- ¿Y cuál tienes tú? 

- Ninguno- sonrió- estoy en busca de uno perfecto

- ¿Quién tiene auto? 

-  Edward, Carlisle, Emmet y Rose

Abrí los ojos como platos, ¿cuál era la necesidad de tener cuatro autos en un pueblo tan pequeño? De seguro, era puro capricho, pero a mí no me importaba lo que ellos hicieran con su dinero, al cabo, no le estaban haciendo daño a nadie. 

-Entonces, a ver quién te presta el auto- dije en una media sonrisa- sino, bien podemos usar el mío.
Esperaba que Alice hiciera un  comentario burlón sobre mi pickup, pero no dijo nada, absolutamente nada, se quedo viendo hacia el frente, con la mirada completamente perdida. Agité las manos frente a sus ojos dorados, pero ella ni se inmutó, su mirada permaneció fija. 

Parpadeó 
-Lo siento mucho Bella, me tengo que ir. 

-No hay problema, Alice. 

-Te veré mañana-dijo ya casi en la puerta de la casa. Había llegado rapidísimo hasta ahí.

-Claro

Se despidió de Charlie con un gesto, salió a la calle y subió al flamante volvo que deslumbraba junto a mi pickup y la patrulla policial. El volvo desapareció de mi vista en décimas de segundo, de algo estaba segura, mañana llegaría en un instante a Port Angels. 

Entré a la casa y volví a encerrarme en mi lectura. Alice había estado bastantes horas en mi casa. La visita me había agradado, sin duda, por la necesidad interna que tenía de contarle a alguien sobre Jacob. La ausencia de Ángela me había comenzado a doler, hasta que la pequeña figura de Alice se asomó a mi puerta. 
-o-
Me desperté temprano, sin bolsas en los ojos, más bien me sentía fresca. Tomé un baño y desayuné. Alice estuvo en la puerta a las 11 exactas. Salí al exterior de la casa. 

- Bueno, Carlisle ha sido quien me ha concedido el auto hoy-dijo sonriendo

- Vaya… Yo con la esperanza de que el resto de los autos fueran más parecidos a mi Chevy- frente  a la casa, estaba un llamativo Mercedes de color negro, sin duda era el auto que nos había pasado a Jacob y a mí el día que fui al hospital. Jacob. Vaya,  como me gustaba torturarme, no había recibido noticias de él. 


- El volvo es el menos llamativo-confesó-por eso es el que más usamos

Me sonrió y ambas subimos al auto. 

Efectivamente, estuvimos en Port Angels en veinte minutos. Alice se detenía en todas las tiendas de ropa, pero yo estaba buscando otra cosa. 

- Alice, iré a la librería. Hay algo que quiero comprar

- Bien. Estaré aquí. Quiero probarme un par de conjuntos. 


- De acuerdo- le dije abandonando la tienda, al unísono de las campanillas de la puerta de salida. 

Caminé varias calles, hasta que encontré una librería. Me tomé unos minutos para hacer mi búsqueda. No sabía exactamente qué buscaba, sólo sabía por qué. Finalmente lo hallé: “Leyendas sobre licántropos, vampiros y otros seres míticos”. El primero de los seres, era el único que me importaba, pero no había encontrado ni uno sólo sobre hombres lobo, que no hablara sobre vampiros. Pagué el libro y me fui rumbo a la tienda donde había dejado a Alice. En el camino, analicé el segundo nombre que incluía el libro: vampiros. Y agradecí que Jacob no fuese de esta clase de ser mitológico. Eso sí me quitaría el sueño, de por vida. 

Llegué a la tienda. Alice se estaba probando un vestido de color amarillo y sujetaba uno azul en la mano. 
- Toma, este es para ti.-dijo estirando la mano ocupada por el vestido-

- ¿Qué? No, Alice, yo no voy a comprarme nada


- Pero-hizo un puchero- creí que querías venir de compras conmigo. Anda pruébatelo, Bella

- No, Alice, no quiero. 

Y no sé cómo, Alice me metió al probador, me colocó el vestido y exclamó

-Ah, te ves hermosa, Bella. 

-Ya basta-dije molesta- ¿cómo has hecho eso? No me llevaré este vestido, porque no lo usaré.

Alice se me quedó viendo. 

-Qué equivocada estás. Sí que te lo pondrás, yo lo sé.

Me quité el vestido y me coloqué nuevamente mis jeans y el grueso impermeable que traía,  porque hoy no tendría el calor de Jake. 
Alice tomó el vestido de mi mano, y mientras yo luchaba con el botón de mi pantalón, corrió a la caja de pago y regresó con dos bolsas. Arregló mi botón en un movimiento rápido y me sacó del vestidor y de la tienda. 

-¿Cómo puedes ser tan rápida, y yo tan torpe?

-Se aprende con los años- dijo irónicamente

-Disculpe, anciana-le dije riéndome- no sabía yo que usted tenía tantos años de experiencia

-Pues, los tengo- dijo y mostró sus dientes blancos para sonreír.- ¿A dónde quieres ir ahora Bella?

- A comer, realmente tengo hambre- el estómago me rugía, y me era difícil creer que a ella no, ¿cómo no había pensado en que esa fuese nuestra próxima parada?

-Ah, bien, ¿qué quieres comer?

-No lo sé. ¿Qué quieres tú?

-No tengo hambre, Bella. Elige un sitio, yo tal vez ni coma

- Bien, aquel restaurant se ve bien
Puso cara de asco
- Para nada, es un sitio de mala muerte, creo que mejor elegiré yo 

-Pensé que no tenías hambre

-Y no tengo, pero debí sospechar que si no querías ese hermoso vestido azul, tampoco elegirías un sitio decente.

-Alice, los demás sitios son súper costosos.

-Nada es súper  para una Cullen. Yo invito Bella, en serio.

-De ninguna manera-insistí-

-Si no me dejas pagar y de nuevo sugieres ese lugar, me quedarán muy pocas cosas buenas que pensar del tal Jacob

Me sonrojé. Y mis ojos se llenaron de ira. ¿Cómo se atrevía a nombrar a Jacob entre las cosas que no sé elegir? Puede que mi ropa sea anticuada y que sea sencilla, pero Jacob no cabía en esas características. 

-Sabes que tengo razón

-No, no la tienes Alice. De hecho, creo que deberías conocerlo, te darás cuenta por ti misma, que es genial- sí, yo no sé por qué tenía ganas de que Alice conociera a Jacob 

Alice mostró una cara de desagrado, la disimuló con una sonrisa y añadió:

-¿Qué tal si no me gusta y ya no quiero ser más tu amiga porque no me gusta tu novio?

-Alice, ¡qué tontería!

-Lo digo en serio, Bella

No ser más  mi amiga, aún me preguntaba cuándo habíamos empezado. Pero, Alice era una persona tan genial, que no sé cómo no había sido su amiga antes. Me reí internamente, sabiendo que esa era exactamente la razón. 

Alice eligió el restaurante, pedí poca comida para no abusar, pero como Alice no tocó su plato, terminé comiéndomelo también, el hambre ya me tenía ciega o algo así. Nos quedamos sentadas en la mesa mientras charlábamos sobre algunas cosas. 


Jacob POV

Salí de fase y me puse rápidamente los pantalones cortos, ya que Leah iba justo detrás de mí; tener una mujer lobo en la manada no era lo más cómodo del mundo, no tanto por mí o el resto de nosotros, era más por ella. Como podíamos husmear en lo que pensaba, sabíamos cómo se sentía, siempre tratábamos de darle su espacio, pero a veces era imposible. 

Fui hasta la casa, tomé el teléfono y marqué los números sin ver.

-¿Diga?

-Charlie, hola, ¿puedo hablar con Bella?-dije desesperado
-Lo siento Jacob. Bella ha ido a Port Angels
¿Port Angels? ¿Qué rayos hacía Bella allá?

-Fue de compras con Alice

-¿Alice quién?

-Cullen

El apellido resonó en mi cabeza, me dio una jaqueca inmediatamente… ¿Cómo demonios Charlie había dejado ir a Bella a Port Angels con una de las sanguijuelas? 

-¿Cómo ha sido que la dejaste?

-Alice parece una buena chica, ha venido ayer y…

Colgué el teléfono… Buena chica. Ahora las vampiresas eran buenas chicas. 

Salí de la casa, cerrando la puerta con rabia. 

Alice Cullen. Alice Cullen. Alice Cullen. En mi cabeza seguía resonando su nombre con la tranquilidad que Charlie lo había empleado. Charlie era un mal padre. 

Y yo, un pésimo novio. Cómo no le había advertido a Bella sobre los chupasangre, ¿cómo se lo oculte? ¿Cómo me fui a los bosques a vigilar a Forks de los fríos, cuando una fría estaba con mi Bella?

-Jacob-dijo una voz femenina a mi espalda

-¿Sí?- dije con indiferencia

-Si quieres voy a ver que todo esté bien.

-No hace falta Leah, iré yo.

-No Jacob. Yo iré-dijo decidida- Bella no te perdonará que te aparezcas allá.

-Y qué vayas tú, ¿aligera mucho las cosas?

-Sólo será como si yo también hubiese ido de compras.

Pensé en lo que decía por un momento. A veces olvidaba que Leah era una chica de esas que se maquillan y se compran ropa, porque en realidad ella no podía hacer esas cosas. Leah siempre andaba en pantalones cortos y una camiseta, rasgados ambos. Aún así, era la más decente de la manada, claro está, ella necesitaba más intimidad que nosotros. 

-De acuerdo- accedí porque su idea tenía más lógica que la mía- Tráela a La Push- le pedí

-Claro- me sonrió- y… ¿sabes Jake?

-¿Qué? 

-Tú deberías ser el alfa.

Se fue corriendo, aún en su forma humana. 

El alfa, yo un alfa, claro está, me correspondía, pero toda esa responsabilidad no la sabría manejar. Además, Leah no era una loba objetiva, ella no quería estar a las órdenes de Sam. 

Vino a mi mente, una pregunta tonta. Sam había imprimado a Emily. Yo a Bella. Quil a la pequeña Claire, Jared a Kim. Seth, aún era joven. Pero, ¿qué pasaría con Leah, alguna vez imprimaría? Deseé que así fuera, nada le borraría a Sam a Leah, excepto claro, la imprimación. ¿O acaso Leah había imprimado a Sam? ¿Era posible que una imprimación fuese no correspondida?


Bella POV

Alice y yo íbamos de salida del restaurante. Nos detuvimos en la calle. 

-¿Quieres volver ya?

-Sí

-Bien, vamos por el auto, y te dejaré en tu casa

-¿Alice?

-¿Sí Bella?

-¿Sería mucha molestia dejarme en La Push?

-Ah, creo que es mejor que te deje en tu casa, Bella, Charlie cree que estás conmigo y si algo te pasa…

-Alice, nada me pasará, Jacob no dejaría que nada me pasará, nunca-dije con seguridad.

-Bueno, entonces que él pase a verte a tu casa, lo siento Bella. 

Me sentí llena de ira y temí soltar alguna lágrima. Pero respiré profundo

-No hay problema, Alice. 

-Bella-me gritaron desde el otro lado de la calle.

Volteé a ver de quién se trataba ¿Leah?

-Leah- grité 

Leah caminó hacia donde estábamos Alice y yo 

-¿Cómo estás?-ignorando por completo a Alice.

-Bien. Ella es Alice, una…amiga.

-Hola-dijo Leah fríamente, no extendió la mano, la miro de arriba abajo y me tomó por el brazo.

-Vamos, Jacob quiere verte

-¿Ya ha vuelto?

-Sí, y tiene muchas ganas de hablar contigo.

Leah me jaló y me puso a caminar, dejando a Alice atrás. 

-Leah, espera, ¿cómo viniste?

-Caminando…más bien corriendo.

-¿Y cómo pretendes que vaya yo?

-En mi lomo.

-No, eso jamás. Iré con Alice y los veré allá.

-No, Bella, es mejor que vengas conmigo.

Sentí que el viento alborotaba mi cabello, volteé y me encontré con el Mercedes negro justo delante de mí, pero Alice estaba afuera, del otro lado de la calle. Estuvo frente al auto en un segundo. 

-¿Edward?

Las ventanillas de adelante se bajaron, adentro estaba Edward Cullen

-¿Vienen o qué?

-Claro-dijo Alice-Bella, sube.

Puse la mano en la puerta para abrirla

-Bella, ven conmigo.

-Leah, llegaré más rápido así. 

-No necesito que llegues rápido, necesito que llegues conmigo. Jacob me matará.

-No lo hará, Le. 

Subí al auto y esta vez, dejamos a Leah atrás. Edward iba a una velocidad monstruosa, incluso más rápido que Alice. 

-¿Qué tal las compras?

-Muy buenas-dijo Alice-Bella se ha comprado un vestido azul espectacular.

Vi en el retrovisor, a Edward esbozar una sonrisa torcida.

-Entonces, no me pueden dejar en La Push, ya has visto a Leah, Alice, pobre, Jacob la matará-dije con una voz triste para que les diera lástima

-Bien-dijo Edward.

Alice se le quedó viendo, su mirada se perdió en la de Edward ¿Sería posible que él manejara a esa velocidad sin siquiera ver el camino?, me aferré al cinturón de seguridad. 

Comencé a ver el verde de Forks, y me alegré. 

Estábamos  bastante cerca de La Push, cuando Edward frenó en seco. 

-Bien, que te diviertas.

-¿Será posible que me dejes un poco más adelante Edward?, es un trecho largo

-No lo creo.

Sí, claro estábamos cerca, pero en auto, no caminando...

-Hasta aquí llega el tren señorita-dijo Alice- ¿te divertiste hoy?

-Sí. Fue genial-y no mentía.

-Le diré a Charlie que estás aquí.

-Podrías decir que he venido por petición de Leah, por favor

-No mentiría-sonrió-sólo ocultaría la verdad

-Fantástico-bajé del auto.

Di dos pasos.

-Bella-gritó Alice desde el auto

Me devolví.

-Tu vestido- me entregó la bolsa.

-Gracias, Alice. 

Seguí caminando. Dos pasos más. Volteé, ya el auto no estaba. 

Seth salió entre los árboles. 

-¡Bella!-exclamó

-Hola, Seth.

-¿Dónde está Leah?

-Aquí- respondió ella saliendo de los árboles también- y si Jacob pregunta, llegamos juntas.

Seth puso los ojos en blanco. 

-Leah, será posible que me lleves hasta allá, es un trecho muy largo

-No, no has querido venir desde Port Angels, ahora camina.

-Sube a mi lomo, Bella- dijo Seth amablemente.

Volteé por inercia, cuando decían lomo, fase, o algo así, ya yo sabía que venía la parte de arrancarse los pantalones. Seth aulló, como aviso de que podía voltear. 

Subí a su lomo y llegamos rápidamente hasta la playa. Jacob estaba ahí, pero era mucho más grande de lo que era hacia dos días, con los pantalones rasgados y el torso desnudo. Su pecho era un monumento, los músculos marcados y la piel cobriza. 

Bajé del lomo de Seth  y fui al encuentro con mi novio. 

Jacob volteó, hizo un gesto de desagrado con la nariz. Pero entonces, me vio. Adelantó cinco pasos y me envolvió en un abrazo

-¿Cómo estás?-dijo en voz ronca.

-Cansada-confesé.

-Excelente-sonrió-gracias Seth-supongo lo dijo más como está bien, te puedes ir. Volteé a dedicarle una sonrisa a Seth, la recibió y se fue en su forma lobuna. 

-¿Y  por qué has crecido tanto Jake?

-Cosas lupinas-dijo con otra sonrisa- ¿qué traes ahí?-dijo señalando la bolsa

-Ah, es un vestido, Alice me lo compró

-Ah, Alice, que bien que la mencionas, ¿desde cuándo es tu amiga?

-Eh, no lo sé, ayer fue a mi casa y pues, me invitó a ir de compras.

Agradecí  haber  llevado un bolso grande donde había escondido la única compra que a mí me interesaba. Jacob no debía saber que yo estaba buscando información sobre la vida de  licántropo. 
Estuvimos un rato sentados en la playa. Sólo viendo el horizonte, el día era gris pero yo tenía junto a mí el mejor de los soles.  Sonreí en su dirección y él me devolvió una aún mejor, me acerqué a él un poco más y nuestras sonrisas se unieron en un cálido beso. 

Un garganta carraspeó tras de nosotros. Nos separamos y ambos miramos a nuestras espaldas. Rayos.

-¿Cuándo pensabas contarme Bella?

-Eh… yo-titubeé y enrojecí.

-Charlie, vaya, es que le prometí a Bella que yo mismo te lo diría-dijo Jake en un tono muy serio-pero  he tenido algo que hacer…

-No te preocupes, hijo, estoy seguro de que tus intenciones son buenas.

Jake se levantó y Charlie apoyó su brazo en el hombro de Jacob. 

-Cuanto has crecido muchacho, y sería bueno que usarás algo más de ropa, al menos con mi hija-Jacob  dejó escapar una carcajada.

-La ropa estorba en ocasiones Charlie.

-Espero que no tanto. Bueno, vámonos ya Bella.

-¿Por qué no se quedan a cenar?-sugirió Jake
-Otro día será

-o-

El día había sido maravilloso, uno de esos días que te dan gusto recordar, y que cuando llega la noche, deseas que se no se acabe. 

Me acosté en mi cama, y de pronto me llené de miedo. El día había sido perfecto, pero ¿sería la noche perfecta también? Pocas veces un día perfecto tenía una noche perfecta, y pocas noches perfectas venían de un día perfecto. 

Tuve miedo de mi propio miedo, porque cuando me dormía con un poco de recelo, lo más seguro es que tuviera una pesadilla. Las cuales había olvidado durante este verano, era la primera vez que me habían abandonado desde mi llegada a Forks. Cerré los ojos involuntariamente, estaba muy cansada como para evitar dormir, pero muy aterrorizada para hacerlo por gusto. 


-o-

 Me levanté y me tomé unos minutos en el baño, mientras lo hacía, agradecí por aquella noche que completó mi perfecto día, no sólo no había tenido pesadillas, sino que había soñado con Jacob. Le agradecí a Jake mentalmente por regalarme el mejor día de mi vida. Porque aunque Alice tenía importancia, yo jamás hubiese accedido a salir con ella si no hubiese querido ir a la librería, o si no hubiese sentido la necesidad de contarle a alguien sobre Jacob.

*********************************************
Ay, ese también sería el mejor día de mi vida.

1 comentario:

  1. Robin!!!!
    te molestaría explicarme por que no tienes mas visitas en este fic??
    gracias jajajaaa

    ResponderEliminar

>>Déjame tu comentario para conocerte a ti y a tu opinión =P
Robin Wolfe