30 jun 2009

Solsticio, Capítulo 10

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Pero la historia me pertenece a mí (Robin Cullen/Black). 
Summary: Luego de la transformación de Jacob, su relación con Bella tomará otro rumbo, pero ¿puede una relación con un lobo ser segura? ¿Qué opinaran los Cullen al respecto? BxJ

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Capítulo 10. Notificaciones
Bella POV

Cuando abrí los ojos tras el sonido del despertador, lo primero que vi fue la mañana nublada, luego sentí la brisa helada que se colaba por una pequeña abertura de mi ventana –que había dejado abierta en la noche –y luego vi a Alice sentada apaciblemente en el pequeño mueble del cuarto. 

-Bueno días –dijo cuando vio mi mirada posada en ella
-Buenos días. 
-¿Cómo dormiste?
-Bien. ¿Te quedaste? Pensé que era sólo una mentira para Charlie
-Lo era. Y fui a mi casa, pero no había nada interesante que hacer
-¿Y encontraste interesante verme dormir?
-Al principio me entretuvo, luego opté por ordenar un poco tu habitación –miré  a mi alrededor comprobando que lo había hecho –y luego hice una limpieza a tu armario –torció el gesto 
-¿Una limpieza? Tú… ¿limpiaste mi armario? 
-Sí. Te coloqué algunas prendas que Rosalie y yo nunca usamos, tenemos ropa y ropa acumulada, mi idea era comprarte cosas, pero comprenderás que las tiendas no están abiertas en la madrugada
-Alice, eso no me agrada
-Me lo agradecerás, estoy segura
-Hablando de ropa y de futuro…
-¿Sí?
-Ese vestido azul…
-Lo saqué de la bolsa 
-Me refiero, dijiste que lo usaría, eso… ¿lo viste?
-Sí. No sabía bien cuando era, eso no estaba claro, pero ahora lo sé con claridad. Te verás hermosa Bella
-¿Cuándo lo usaré?
-Si te lo dijera, sería como hacer trampa para que la visión se cumpliera –sonrió
-Supongo que prefiero no saberlo… Debo… cambiarme, necesito unos minutos humanos
-Bien, iré abajo, para que Charlie crea que recién me desperté, bueno que al menos crea que dormí 

Tomé una ducha rápida y tardé en elegir la ropa, no estaba segura de cómo combinar mis nuevas prendas de vestir. Quisiera no haberlas tenido que usar, pero sólo había dejado dos blusas de mi vestuario anterior y ninguna era apropiada para la escuela. Supuse que esta estrategia no se trataba sólo de cambiar mi forma de vestir, sino de que toda esta nueva ropa olía a Alice, ése debía ser su objetivo principal. En serio creía que Jacob se alejaría de mí porque tuviese aquel olor que él despreciaba. De hecho, me abrazaría para eliminar el olor… 

Cuando bajé a la cocina, Charlie no hacía más que ofrecerle a Alice uno y otro desayuno, le decía que teníamos cereal, pan, panques, claro está Alice no comía nada de eso. «No tengo hambre, gracias Charlie» repetía ella, una y otra vez. 

Yo tomé una barra de cereal y salí con Alice antes de que Charlie pensara que ella era anoréxica o algo así. Debía de ser la primera vez que saliera de casa antes que Charlie, pero ya estaba llegando al punto de la desesperación. Mi humor estaba agrio ese día. 

-¿Vienes conmigo? –pregunté en el tono que tenía mi humor
-No. Voy primero a mi casa, Bella. Me cambiaré de ropa
-De acuerdo –dije sin cambiar el tono de mi voz
-Te veré allá –dijo Alice entusiasmada

Salió corriendo y se esfumó entre los matorrales. 

Pensé en dar un paso rápido por La Push, era temprano podía hacerlo. Pero eso implicaba alertar a Charlie, porque de seguro se enteraría y no tenía ganas de un sermón o de que me prohibiera ver a Jacob, eso menos que nada. 

Hice el camino a la escuela y pensé en qué haría hoy si a Alice se le ocurría volver a ir a mi casa. No lo soportaría de nuevo. 

El estacionamiento estaba completamente vacío. Jamás había llegado tan temprano. Algunos rayos de sol se comenzaron a colar entre las nubes pero sin aplacar el viento helado. La luz del sol no era tan brillante como para impedir a los Cullen salir de casa. ¡Qué lástima!

Escuché el ronroneo de un motor, e identifiqué la moto de Jacob, salí del auto apresurada y la moto estuvo estacionada junto a mí en cuestión de segundos. 

-Jake –grité
-Bella, ¿cómo estás? ¿Cómo me haces esto? –dijo mientras me estrechaba entre sus brazos
-Ay Jake te extrañé tanto –me aferré a su cuerpo e inhalé su olor. Mis ojos dejaron caer dos lágrimas gruesas que empaparon su camisa. Jamás pensé que lo extrañaría tanto

Jacob acarició mi cabello y comenzó a hablar pero no decía nada en concreto, luego tomó aire y comenzó de nuevo 
-Puedo entender que necesites pasar tiempo con otras… personas –titubeó en la última palabra –o lo que sean. Pero Bella –dijo apartando mi rostro de su pecho para tomarlo entre sus manos –te extrañé demasiado
-Yo también te extrañé Jake, Alice me tendió una trampa. Pensé que estaría unas pocas horas, pero…
-No importa –me interrumpió –eres mi Bella y es todo lo que me interesa –sonrió –y cuéntame ¿qué pretendía? ¿Alejarme de ti poniéndose tu ropa?
-Es de ella –mascullé –renovó mi armario y pues claro todo huele…
-Asquerosamente dulce 
-A mí no me desagrada 
-De cualquier forma hueles divino –dijo tomando todo el aire que le fue posible y sin mostrar que le molestaba –baile de invierno –masculló -¿vendrás?
-No –seguí su mirada hasta la pancarta que estaba colgada en la entrada
-Pero las sanguijuelas sí. Entonces el 15 de diciembre será un fantástico día en La Push 
-Tal parece 
Jacob volvió a inhalar aire y esta vez sí arrugo la nariz y su piel se erizó 
-Será mejor que me vaya Bella 
-¿Ya vienen?
-Sí –me estrechó de nuevo en sus brazos y subió a la moto.
Ni un segundo después el volvo hizo entrada en el estacionamiento y se detuvo junto a mi pickup.
-Hola Bella –saludó Edward mientras le daba al botón de la alarma
-Hola Edward –miré a Alice con despreció ligeramente
-Alguien no está de humor hoy –dijo Alice con un tono ¿entusiasta?
-Alguien estuvo muy quisquillosa ayer
-Sí, lo admito, soy culpable –rio entre dientes -¿Sabes? Pensé que nevaría, mis visiones fallan a veces
-¿Y por eso decidiste mantenerme contigo, y no dejarme ir con Jacob que me podía mantener caliente?
-¡Bah! No calentaría ni un fósforo
-Alice –gruñí 
-Cambiemos de tema –dijo Edward en tono monocorde
-Por favor –dije rodando los ojos
Edward esbozó una sonrisa torcida
-Eres tan frágil, Bella 
-No lo soy –dije cruzando los brazos sobre mi pecho

En educación física, Mike me volvió a hablar, parecía aún más entusiasmado que ayer y noté a Jessica enviarme miradas fulminantes más de una vez. No supe por qué hasta que Mike fue al grano. 

-¿Te gustaría venir al baile conmigo, Bella? –fue directo, sin rodeos. Pero mi respuesta no podía ser igual de directa, no quería romperle el corazón así 
-Mike, la verdad es que no me agradan los bailes. Yo…paso
-¿No te agradan los bailes o no te agrado yo? 
-Los bailes –afirmé –son los bailes 
-Ya veo… -hizo un puchero –tal vez te lleves mejor con ellos para el de graduación –su voz sonaba esperanzada
-No lo creo, Mike 
-No pierdo la esperanza –agregó con una sonrisa
La mirada de Jessica me intimidó durante el resto de la clase, era una suerte que no disparara balas…
En el almuerzo, Alice no paraba de hablar de autos, aún estaba buscando el auto perfecto para ella. Pero perdí el hilo de la conversación cuando ésta se tornó demasiado técnica. 

No pude evitar voltear al otro lado de la cafetería, desde donde sentía unos ojos que no se apartaban de mí, debí suponer que eran los de Mike, que me miraban molestos y junto a él los de Jessica que me miraban con desprecio. Regresé mi mirada a la mesa

-¿Estás bien? –preguntó Edward mirándome a los ojos 
Asentí y bajé la mirada, mientras le daba vueltas a la comida con el cubierto. 
-No pareces estarlo. ¿Tiene algo que ver con Mike Newton? 
-No… Bueno, sí, es que yo… ahh… no pensé que fuese a estar así 
-Él no está molesto contigo, Bella
-¿Ah, no?
-Cree que la culpa es… mía –dijo en un susurro –cree que soy tu novio
-¿Acaso es tonto? –Grité –yo no saldría contigo –cerré la boca desesperada y Edward abrió la suya en un gesto de asombro y dolor entremezclados. Tampoco quería decir eso, él era un chico genial, pero tal vez demasiado. Para mí, el término “familia” o incluso “mascota” parecía correcto como un nombre para mi lazo con los Cullen. 
-No sabía que fuese una criatura tan desagradable. Supongo… -hizo una pausa –que no soy la clase de monstruo para ti…
Tragué saliva de forma audible. 
-No, no me refería a eso Edward, eres genial, pero –no parecía que nada de lo que dijera fuese a reparar el daño 
-Tú amas a Jacob. Y digo ¿cuál es el problema?
Alice resopló 
-No lo veo –dije casi en un susurro 
La mirada de Alice se perdió y yo comencé a alterarme, si era algo de mi futuro en serio me enfurecería. Estaba harta
-¿Entonces le dirás que no a todos los que te inviten?
-No creo que nadie más me invite
-Esa no fue mi pregunta
-Yo… no sé, Edward
La mirada de Alice volvió al presente y sus labios formaron una sonrisa, luego abrió la boca para decir algo 
-Espera, Alice –dijo Edward
Ella cerró la boca de forma audible y su sonrisa ocupó la mitad de su cara. 
-¿Sabes que te iba a decir que lo hicieras? 
-¿Cuándo?
-Hoy tal vez… era un plan que tenía…
-El cual prefiero no oír, gracias. Guarda tus pensamientos para ti
-Bien –asintió ella, y comenzó a dar brinquitos en la silla
-Por favor, conversaciones aptas para mi subnivel humano –refunfuñé
-Claro… -dijo Edward cortésmente. 
-¿Y bien?
-Quería saber… ¿a mí también me dirías que no? –inquirió Edward
Abrí los ojos como platos 
-¿Sobre el baile?
-Sí. Bella, ¿quisieras venir al baile conmigo? –su mirada era bastante persuasiva y esa sonrisa torcida no le fallaba, estaba segura
Me mordí el labio inferior
-No tienes que decirme ahora 
Tampoco yo pretendía decirle
-Y tampoco tienes…
-Sí iré –contesté sin pensarlo demasiado
-¿Conmigo? –inquirió Edward cauteloso
-Sí, sí 
Sonrió torcidamente 
-Te buscaré a las ocho 
-De acuerdo 

Cuando le conté a Ángela mi repentina decisión de sí asistir al baile, ella se sorprendió y se alegró por completo. 

-Será más divertido contigo allí –afirmó 
-No creas que bailaré 
-No te preocupes… -hizo una pausa –entonces, ¿le dijiste a Mike que no por Edward?
-No. Edward me invitó después. Y también pensaba decirle que no, pero es mi último año en la escuela y supongo que debo aprovechar estas oportunidades
-Claro, Bella
-Aunque mi principal plan era pasar con Jake ese día, pero… Edward tiene, hmmm, una mirada persuasiva, no lo sé
-Parece que sí 
-¿Sabes si Mike está molesto?
-Ben me dijo que le había preguntado si salías con Edward, él cree eso porque comen juntos y ese tipo de cosas
Torcí el gesto
-¿Y qué le dijo Ben?
-Que no estaba seguro, pero que creía que salías con un chico de afuera, Mike no se lo tomó bien, y luego Jessica lo invitó –bufé –y él aceptó por despecho o qué se yo
-¿Ella lo invitó?
-Sí, siempre es la misma historia. 
Rodé los ojos y Ángela repitió el gesto. 

-o-
Las olas hacían un ligero sonido que me tranquilizaba, era relajante, exactamente igual al que escuchas provenir de los caracoles. Las nubes estaban muy grises y el viento frío, pero mi sol me tenía estrechada entre sus brazos  y el calor recorría cada parte de mi  cuerpo. 

-Jake –comencé
-¿Qué pasa Bells?
No me atrevía a arruinar el momento, era perfecto, pero necesitaba saber cuáles eran los sentimientos de Jake, sabía que me amaba, pero de qué manera, era lo que no estaba segura. 

-Me estaba preguntando si –tragué saliva – tú no fueses… ya sabes
-Bella, dilo, vamos…
Tomé aire, más del necesario y escondí mi cara en su pecho 
-Si no te hubieses convertido en lobo… ¿qué sería de nosotros?
-¿Quieres saber si aún seríamos sólo amigos?
-Sí –dije muy bajito
 -La verdad, no creo. Yo, pues ya sentía algo por ti Bella, convertirme e imprimarme de ti fue como lo que me ayudó a decírtelo
-¿Entonces tú querías ser mi novio…antes?
-Sí. Pero no me atrevía Bella, pensaba que me rechazarías y no quería dañar nuestra amistad. 
-Amistad –repetí 
-Pero aquel día, te convertiste en mi sol
-Y tú en el mío –dije apartando mi cara de su pecho para verlo a los ojos 
Sonrió y bajó un poco para darme un beso en los labios. 
-Entonces… -dije separándome –si no te hubieses convertido, tal vez hoy seríamos esto, igualmente
-Estoy casi seguro
-¿No fue la imprimación lo que te hizo amarme?
-Fue sólo algo más, Bella –y me volvió a besar

Aunque aquel día Jacob parecía feliz de estar conmigo, tenía en su semblante algo que parecía desconcertarlo

-¿Está todo bien Jake? 
-Sí –dijo mirando el horizonte
-¿Absolutamente todo?
-Sí –repitió 
-¿La manada? ¿Seth? ¿Leah?
-Maldición, no –escupió de pronto. Su cuerpo comenzó a temblar y los dientes le castañeaban, me separó inmediatamente y comenzó a respirar forzadamente 
-¿Jake? –pregunté con la voz quebrada
Agachó la cabeza hasta sus rodillas, tenía los ojos cerrados y los temblores le disminuían considerablemente.
-Lo siento mucho, Bella. No quería…Yo no quería ponerme así –se acercó a mí de nuevo y me estrechó entre sus brazos, ya no temblaba y parecía más tranquilo
-¿Qué pasa? –inquirí sin lograr una mejoría en mi voz
-Lo lamento, ¿te asusté?
-No –mentí 
-Preferiría que sí. Si me ves… -entrecerró los ojos –espero que nunca me vuelvas a ver así, Bella. Pero si me ves, aléjate ¿de acuerdo?
-De acuerdo… Entonces, ¿me dirás qué te puso así?
-Es Leah, bueno no… el problema es Sam. Leah se ha encerrado en su casa y Sam no hace nada por ayudarla. Sue me dijo que se iría con ella a Washington para que un doctor la atendiera, pero tampoco accedió a eso. 
-¿Y qué tiene?
-Según Sue está enferma, pero todos sabemos que eso es… bueno, una mentira. Leah está guardando un secreto, es algo que no le ha querido decir a Seth porque si él lo sabe, lo sabríamos todos…
-Yo podría ir, hablar con ella. Que yo lo sepa, no implica nada más.
-Claro –la voz de Jacob se tornó entusiasta –es una gran idea, Bells.
-Iré ahora, pero espérame aquí 
-De acuerdo

Comencé a caminar hacia la casa de los Clearwater, toqué la puerta una vez. 

-¿Quién? –preguntó una voz femenina desde adentro
-Soy Bella 
La puerta se abrió a medias y Emily salió de la casa. 
¿Emily? ¿Qué rayos hacia aquí? Era la última persona que esperaba ver

-Hola Bella –saludó tímidamente 
-Hola, Emily –mi tono era casi de pregunta –quisiera ver a Leah
-Leah –hizo una pausa y se mordió el labio –no puede verte ahora, Bella.
-¿Puedo saber qué tiene? Jacob me dijo que estaba enferma
-Sí. Está enferma. Pero estará mejor –aunque era una afirmación, Emily no parecía convencida de sus palabras. 
-Bien, dile que vine, y que si quiere hablar conmigo que me diga, ¿de acuerdo? –apoyé mis palabras con una sonrisa 
-Está bien, debo volver adentro 



Alice POV

Desde la visión de Edward invitando a Bella al baile, mi mente se había mantenido despejada. Edward había seguido mi plan sin que yo se lo hubiese confesado. Ya era oficial que la noche del baile sería la primera en nevar en este diciembre, antes del solsticio como era de esperarse. 

Así que Bella estaría con nosotros en la primera noche nevada. 
Debí de saber que las visiones no tardarían demasiado en llegar. De pronto, mi visión se quedó en negro: otra visión que incluía a los lobos.  No se veía nada, sólo lograba escuchar la voz de Bella, y algunos sonidos aislados; y por si me quedara duda, el cuadro negro comenzó a llenarse de puntos blancos, era la nieve que caía. Estaba segura de que era la voz de Bella la que gritaba de pánico y dolor. Más dolor que pánico. El sonido inmediato era un rugido, que no sabía si provenía de un lobo ¿podía escucharlos y no verlos? Luego se escuchaban jadeos y pasos apresurados. La cabeza me comenzó a palpitar, el dolor me estaba martillando. De pronto la visión comenzó a brillar, era completamente nítida, los  sollozos no cesaban, pero esta vez  provenían de Rosalie, que estaba parada en las escaleras de la casa, y no paraba de gritar. Deseé que la visión se hubiese quedado en negro, esto no me aliviaba en absoluto. 
 No estaba segura qué parte de la visión era peor: la que ya conocía y estaba en negro o la parte nítida y nueva. De cualquier manera, lo mejor era evitar que ocurriera la primera parte, eso evitaría la segunda, sin lugar a dudas. Una decisión, una decisión lo cambiaría todo, pero nadie parecía tomarla.

Las nubes eran grises y el viento helado. Me levante de las escaleras del pórtico y entré a la casa. Tuve que mentir diciendo que tenía sed. Salí por la puerta trasera y Edward me tomó por el brazo.  
-¿A dónde vas? Su tono era sombrío
-Voy a cambiar mi visión. Él debe saberlo, entenderá nuestras razones… 
-Hay algo nuevo en tu visión -no era una pregunta- la vi contigo
-No puedo estar segura de sea lo que yo pienso, en tal caso ¿crees que sea la solución? –mascullé. Si Edward estaba convencido de que la era, me regresaría al pórtico y dejaría que el futuro se forjara sólo
-No -fue lo único que dijo y lo único que yo necesitaba escuchar
Dio media vuelta y me dejó ir al encuentro con el enemigo

Salí corriendo y me planté en la línea límite. Alguien vendría. El olor los llamaría.

Esperé. 

Escuché dos pares de patas aproximarse: un lobo. El olor me comenzó a quemar. Evité respirar. 

-¿Alice? –primero me extrañó la voz, ya que esperaba a un lobo,  luego, el trato por nombre y aquella  una sonrisa extrañamente cálida fue aun más extraña.
-Sí –dije mirándolo de reojo
-Soy Seth –su voz parecía de bienvenida y no proveniente desde la línea enemiga
-Hola, Seth 
-¿Querías algo?
-Sí, yo quería hablar con Jacob 
-No creo que eso sea posible
-Quisiera entonces hablar con el alfa
-Podrías hablar conmigo –masculló 
-Tienes razón, yo quería advertirles sobre algo. Bueno, en realidad quiero advertir a Jacob
-¿Sobre qué?
-¿Te molestaría pasar a mi lado, Seth? Resulta incómodo hablar así. Te prometo que mi familia no atacará
-Hmm, estoy bien aquí
-De acuerdo
-¿Qué es lo que quieres decirle a Jacob?
-Yo…tengo visiones del futuro –suspiré –y desde hace tiempo estoy teniendo una visión sobre Bella que no me deja en paz, la verdad es que no sabría decirte lo que sucederá, porque mis visiones fallan con ustedes…los licántropos
-¿Es algo malo? –su voz ahora sonaba preocupada
-Sí, eso creo. Yo no creo que tenga un final feliz… Y quisiera que Jacob entendiera las razones por las que mantendremos a Bella vigilada. En pocos días, será el Baile de Invierno en la escuela, y Edward irá con Bella. Agradecería que Jacob permitiese que fuese así, temo que Bella corre peligro esa noche si viene a La Push
-¿Será sólo esa noche?
-La visión es un cuadro negro, lo único que logro distinguir es la nieve y los gritos de Bella. Esa noche nevará, por eso preferimos cuidar de Bella. 
-Yo… le haré saber a Jacob. Pero, ahora está con Bella, ¿debería decírselo ahora?
-No. Bella se aterrorizará, no es lo que quiero
-Alice, sólo creo que Jacob no dejará que le pase nada a Bella
-Lo sé, es por eso que vine a advertirle. No somos enemigos, ambos estamos peleando por algo mucho más valioso que alguna vieja leyenda, estamos tratando de salvar a Bella, yo sé que él la ama, pero yo también le tengo mucho aprecio y no permitiré que algo le pase si está en mis manos ayudarla.

Seth POV
Alice se alejó corriendo.
 ¿Qué le yo diría a Jacob?
«La chica que odias, ¿sabes, Alice Cullen? Me dijo que procuraras no inmiscuirte, que al parecer le va a pasar algo malo a Bella y ellos sólo quieren ayudar» Sí, era el discurso perfecto para que Jacob me diera una patada e hiciera todo lo contrario. Tendría que encargarme yo mismo de mantenerlo lejos de Bella en el baile.
Entré en fase y comencé a  correr. 
Leah, Jacob, Bella… eran demasiadas preocupaciones, demasiadas para mí. 

1 comentario:

  1. Woo!!!
    Ok, ya me estoy asustando!!!
    alguien se va a morir!!!!!
    No por favor!!!!!!!
    jajaja
    no vemos Robin

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Robin Wolfe